Hace muchísimo tiempo, antes que Travelrock la convirtiera
en la ciudad de tu viaje de egresados, Bariloche y sus alrededores solían ser
lugar para las excursiones de una especie muy particular, que viajaba no para
cerrar una etapa en sus vidas, sino para buscar comida…los dinosaurios.
Desde fines de la década del ´90, diferentes excavaciones en
campos de los alrededores de Bariloche, permitieron conocer una parte de la
historia regional que comenzó allá por el período terciario, en el cenozoico
(para ubicarnos temporalmente, hace unos 65 millones de años). Para ser más
exactos, vale decir que más que “dinosaurios” en el sentido estricto del
término, los fósiles (así se llama a los restos de huesos encontrados de
animales muy antiguos) encontrados pertenecen a los primeros mamíferos que
existieron luego de la extinción de los gigantes jurásicos.
Estos fósiles,
pertenecen a un animal que bautizaron “gliptodonte” ancestro de las mulitas o
peludos que vivió en la Tierra hace 10 millones de años, y los restos formaban
un caparazón con dibujos romboidales. También se encontraron dientes y huesos
de roedores de más de 30 millones de años…
Todos estos
descubrimientos, convierten a Bariloche en algo más que la ciudad de tu viaje
de egresados, también es una especie de parque jurásico que albergó a criaturas
gigantescas mucho antes que el hombre estuviera en la tierra. Así que cuando
dejes tu huella en la nieve, pensa que millones de años atrás, una huella mucho
más grande se hacía en cada pisada de estos colosos.